Mario G. Conte

Autodidacta. El arte me ha acompañado como forma de expresión interna desde 2013, cuando tras una profunda crisis existencial encontré en él una forma de racionalizar, dar forma y relacionarme con todo aquel universo intra-personal que todavía no pertenecía al mundo tangible y material. Me inicié en la terraza de mi casa, trabajando primitivamente con influencias cubistas, deformando la realidad para acercarme a su esencia más pura. Ese proceso de deconstrucción fue volviéndose cada vez más radical.
Estos últimos meses he desarrollado una pasión desbordante por la pintura abstracta. La abstracción es un ejercicio de expresión complejo y fascinante al mismo tiempo. Inventar algo que no existe en el mundo real. Crear un lenguaje propio, liberado de las significaciones formales del ser humano pero que al mismo tiempo tenga un mensaje que transmitir, es un reto, tanto discursivo como estético, incomparable.
Me considero una persona enormemente visceral, y mi estilo a menudo es improvisado. Me expreso con tonos intensos y trazos impulsivos y enérgicos. Acompaño mis obras de textos en los que trato de realizar un análisis descriptivo de la naturaleza creada. Vivo el arte como una forma de trascendencia y superación de las clausuras de lo físico y para poder ir más allá de los límites del cuerpo.

Nacionalidad: España.